“Una pedagogía de la esperanza.”
Educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión, iniciativa, confianza; personas amantes de los riesgos y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida.
Una educación creativa es una educación para el desarrollo y la auto-realización, para la plenitud y la esperanza. Para la creatividad no solamente resulta valioso el aprendizaje de nuevas habilidades y estrategias de trabajo, sino también el des-aprendizaje de una serie de actitudes que en determinados momentos pueden limitarnos para ser creativos o no permiten que otros lo sean.
La creatividad se puede desarrollar por medio del proceso educativo, favoreciendo potencialidades y consiguiendo una mejor utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La concepción acerca de una educación creativa parte del planteamiento de que la creatividad está ligada a todos los ámbitos de la actividad humana e incluye el desarrollo de valores relacionados con el cambio, la innovación, el emprendimiento y el descubrir, no determinados por el miedo sino por el reto del gusto y disfrute.